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terapia con animales

Caballo y animales cómo terapeutas

caballo terapeuta

El caballo dirige la terapia.

Os contaré nuestro último día de terapia con estos súper maestros.

Estamos en un caso muy particular en donde una familia nos pide ayuda para preguntarnos si podemos ayudar a su hijo que lo está pasando realmente mal. En realidad lo estamos pasando mal todos, nos dice la madre. Llevamos siete años viviendo una situación límite y sin vistas de resultados efectivos para la mejora de salud de nuestro hijo, y poder estar en paz.

El estado del hijo, en estos momentos , es tan complicado que realmente no se puede acceder a él desde el papel de terapeuta, no puede llevar una conversación, no escucha y ni siquiera es capaz de permanecer sentado por un mínimo de tiempo.

Caballos en la naturaleza disfrutando

Hacemos el acercamiento con los padres y decidimos probar con los caballos para ver si sería posible llegar a un acercamiento con el hijo aunque sea mínimo. Quedamos con los dos, sin saber si el hijo asistiría y llegó el momento y la madre apareció sola.

Como no podía ser de otra manera…. fue la madre la que se llevó el regalo de hacer la sesión con nuestros maestros los caballos.

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El aprendizaje que se lleva la madre, es su propio aprendizaje personal, su manera de estar y de relacionarse con la situación que están viviendo.

Se puede enfocar todo desde otro punto de vista.

Hay momentos en los que nos tenemos que parar y mirar hacia uno mismo, somos nosotros los que estamos viviendo la situación y somos nosotros los que tenemos que hacernos conscientes de hasta dónde llegamos, hasta dónde podemos llegar, desde dónde podemos ayudar y cual es nuestro aprendizaje de todo esto que estamos viviendo.

Es tanto el dolor, la pena por ver a tu hijo en esta situación, la sensación de culpa, el apego tan grande hacia ese hijo, que no vemos con claridad y tranquilidad lo que está aconteciendo.

Nos acercamos a una yegua y su madre que se encuentran fuera de la manada por circunstancias…que sólo ellas saben (lo saben todo, cuando nosotros empezamos a programar el encuentro, ellos ya están en marcha para que todo sea perfecto). Le muestran a esta madre cómo el corazón se le expande y la garganta se le cierra. Nadie interpreta nada… se queda con esa sensación y siente su propia apertura. Sería ese sentir el regalo que necesitaba en este momento…

Subimos a ver la manada y el recibimiento es mágico!!! Tanta paz, tanto cariño, tanta integración y acogimiento… Nos dejan entrar con ellos a compartir el momento sin ponernos etiquetas, sin diagnósticos, sin lucha, sin juicios ni rangos… Es lo que tenemos que sentir y ver… la simplicidad, la integración, todos compartiendo en unidad y en paz…

Respirar ese sentir, esa energía del momento y llevárnoslo a nuestro día a día…

Esto, en un despacho cuando la situación es tan límite no es posible.

Sorpresa!!! Cuando la madre llega a casa recibe la noticia que menos podría desear de boca de su marido .

Su hijo ha sido ingresado en agudos esa misma mañana por tener una conducta agresiva en la calle.

Ese hecho era algo que podía pasar en cualquier momento, que les suponía mucho miedo y que querían evitar a toda costa. La carga emocional ante esta posible situación era enorme e imposible de controlar.

Hablamos con la madre para ver cómo estaba y sorpresa!!! .

La situación estaba ahí y la palabra integración, acogimiento, paz, no juicio….también estaba en ese momento.

Es curioso cómo pasan las cosas, lo que llamamos casualidades que realmente no lo son, lo que en un momento puede cambiar tu vida o tu día a día, y qué según desde dónde lo miremos o lo sintamos podemos llevarnos un aprendizaje o seguir sintiéndolo como una lucha, sufrimiento, culpa, injusticia, seguir juzgando…

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